Hablar del aniversario número 40 de Queen es hablar de los 20 años de fallecimiento de F. Mercury.
Un muchacho del tercer mundo que se aferró a sus sueños de triunfo y se convirtió en una de las más grandes superestrellas del rock que jamás han existido.
El 31 de octubre de 1969, un joven inmigrante, alumno de la Ealing Technical College and School of Art de Londres, descrito por sus compañeros de clase como "tímido, reservado y a su vez interesado en encajar en una sociedad a la cual no pertenecía", causaría una grata impresión entre los asistentes a un show de la banda Wreckage, una agrupación estudiantil que animó una fiesta organizada por el consejo de la escuela de arte. Si bien la banda "no era nada del otro mundo" y algunos asistentes al show la describen como "pobre y sin gracia", lo que más llamó la atención fue una pirueta de su cantante, Farrokh Bulsara, quien en una impresionante prueba de acrobacia dio una voltereta para terminar en el suelo, bocarriba, entonando un solo que pareció más un grito. "Farrokh quería llamar la atención de un público disperso y aburrido y lo logró. Fue el gran momento de ese show", comentó para la revista Mojo de diciembre de 2010, Aubrey Malden, presidente del consejo de estudiantes en 1969.
Era el nacimiento de una estrella. Bulsara, quien en 1971 cambió su nombre por Freddie Mercury, en un lapso de dos años dejó de ser ese inmigrante cohibido para convertirse en el más dramático, excéntrico y extravagante frontman de todos los tiempos. Y, quizá, la voz más grande e importante de la historia del rock, alma y vida de Queen, grupo que está cumpliendo 40 años. Pero la carrera al estrellato no fue fácil y estuvo llena de dificultades, salvo un asunto aleccionador: Mercury siempre supo y tuvo la firme convicción de que sería una estrella. Su destino quedaría sellado en una carta del año 1969, donde le relataba a un compañero de clase, justo antes del show de Wreckage, que esa noche "dejaría a todo el mundo sin aliento". Como sin aliento dejó a millones de espectadores y fanáticos que vivieron el largo y exitoso ascenso de Queen entre 1971 y 1991, la segunda banda más popular del Reino Unido después de The Beatles.
Esta historia se inicia en la isla de Zanzíbar el 5 de septiembre de 1946. Farrokh Bulsara, hijo de inmigrantes hindúes, creció influenciado por la cultura inglesa gracias al trabajo de su padre, Bomi, quien era secretario del gobernador británico de la Isla. La vida como adolescente transcurría entre la normalidad de una escuela bilingüe del suroccidente de la India, a donde fue enviado por sus padres, y la fascinación por Cliff Richard, Elvis Presley y el hindi-pop. Su gusto por el piano y la música mermó su nivel académico y, de regreso a Zanzíbar para completar sus estudios, el destino le daría la vuelta que él estaba esperando. La llegada al poder en 1964 de los rebeldes africanos obligó a la familia Bulsara a emigrar a Inglaterra.
La estrella de Mercury se gestó entre su inmensa pasión por Jimi Hendrix y su admiración por el manejo que tenía del escenario Robert Plant, cantante de Led Zeppelin. Durante sus años como estudiante de diseño gráfico fue testigo excepcional de la consolidación de grandes momentos del rock. A Cream lo vio en 1966 durante uno de los primeros shows de la banda. Ese mismo año conoció a Pink Floyd, The Who y Fleetwood Mac. Pero el músico que más lo marcó fue Jimi Hendrix, a quien vio por primera vez en el programa de televisión Ready Steady Go!. En 1967, durante 14 noches seguidas, siguió al genial guitarrista en diversas presentaciones en Inglaterra, por lo cual fue expulsado de la facultad de diseño de modas de la Ealing Art College. Mercury comentaría en 1974 a la revista NME que "Hendrix era el ejemplo viviente de lo que quería ser".
Si la corona del rock por aquellos años estaba en manos de Robert Plant, Rod Stewart y Mick Jagger, Mercury llegaría tiempo a reclamar el trono. El proceso se gestó por arte de magia y una serie de ecuaciones del destino que permitió que conociera a Brian May, Roger Taylor y John Deacon, los futuros miembros de Queen.
Tras ser expulsado de la facultad de diseño de modas, Mercury logró ingresar a la carrera de Diseño Gráfico, en parte para ganar tiempo mientras su pasión por la música terminaba de consolidarse. Allí conoció a Tim Stafell quien cantaba para el grupo 1984 y en donde Brian May era el guitarrista. Poco a poco su interés por la música lo llevó a pasar tiempo con la banda. Además, no se perdía una sola presentación en la escuela y pudo vivir de primera mano actuaciones de David Bowie y Free. "Era intenso y perseverante. Seguía a los artistas que pasaban por la escuela haciéndoles preguntas, pidiendo autógrafos, hablando con ellos, incluso cargaba sus equipos", recordó Aubrey Malden para la revista Mojo.
El grupo 1984 duró poco y Stafell y May, junto a un estudiante de odontología y gran baterista de nombre Roger Taylor, formarían Smile. La banda, cuyo sonido se asemejaba a Cream, a finales de 1968 haría las veces de telonera para The Troggs y Pink Floyd. Mercury opinaba todo el tiempo cómo debía sonar la batería o algunos arreglos musicales, incluso sugería como debía ser el look de los músicos. Era como si él supiera que poco a poco se adueñaría de ese proyecto para darle forma a su sueño real. Los meses pasaban y su forma de vestir tomaba connotaciones de dandi, el pelo creció, las uñas de las manos se llenaron de color y su actitud también. Ensayaba con Smile e incluso colaboraba en la composición de canciones. Una de ellas, The Cowboy Song, iniciaba con la famosa línea Mama, Just killed a man, tema inconcluso que, seis años más tarde, se llamaría Bohemian Rhapsody. "Todo el tiempo repetía que sería una mega estrella del pop. Durante los ensayos de Smile no paraba de hacerlo. Mientras la banda tocaba, movía sus manos como interpretando la guitarra, ademán que luego adoptaría en Queen y repetiría todo el tiempo", comentó Chris Smith, allegado a Smile, a la revista NME en 1992.
A finales del año 69, la salida de Staffel de Smile marcó el camino para que Farrokh Bulsara ingresara finalmente como cantante del grupo tras algunas presentaciones con otros grupos locales, entre ellos Wreckage e Ibix. A principios de 1970, con una radiante sonrisa se presentaría ante sus compañeros de banda como Freddie Mercury y les propondría un nuevo nombre, con mayor impacto y relevancia: Queen. La propuesta llevaba un logotipo que él había desarrollado y si bien al principio no gustó, finalmente fue aprobada por la implacable insistencia de Mercury. Si bien el primer show de Queen fue a mediados del 70, la alineación oficial del grupo se conformaría en marzo de 1971 con la llegada de John Deacon, pieza clave en la conducción rítmica del grupo, además de ser el genio y creador de riffs memorables de bajo como Under Pressure yAnother One Bites The dust.
Durante 20 años, Freddie Mercury y Queen construyeron un mega emporio de la música, que combinó hard rock, opera ligera, pop-rock e incluso sonidos disco y sintetizados. Álbumes como A Night at The Opera (1975), A Day at the Races (1976), The Game (1980), Hot Space(1982) The Works (1984), A Kind Of Magic (1986) e Innuendo (1991) son ejemplos de una grandeza y visión que rompió con toda barrera musical. Una evolución que se gestó bajo la propia creación de Mercury. A medida que él se transformaba, la banda fue adquiriendo la importancia que él había visualizado años atrás. De un extrovertido cantante de heavy rock en los setenta, medianamente reconocido, pasó a ser un icono de la moda en los años ochenta, implementando un look'gay-atlético' que combinó perfectamente una pizca de Plant, Elvis y Hendrix con un poco de su estilo de vida y de su pasado en la India.
El momento sublime para él y la banda fue durante su presentación de 23 minutos en Live Aid, el 13 de julio de 1985. Ese día Mercury hizo todo lo que soñó aquella Halloween junto a Wreckage, solo que tenía a un millón y medio de espectadores en todo el mundo a sus pies. Un hombre que no tuvo sueños sino visiones. Su importancia, a 40 años de la formación de Queen y a 20 de su muerte, radica en haber creado un modelo universal de ídolo, que encaja perfectamente en el siglo XXI. No solo fue la voz más grande e importante del rock, fue un hombre que dio lecciones de superación al entender que en la vida es posible alcanzarlo todo. Quería ser una estrella y lo fue a lo ancho y largo del mundo, pero en especial en dos países: Inglaterra, el país que lo adoptó; y la India, donde lo apadrinaron honoríficamente y es considerado la primera y más importante figura del pop hindi.
Tomado del tiempo:
El 31 de octubre de 1969, un joven inmigrante, alumno de la Ealing Technical College and School of Art de Londres, descrito por sus compañeros de clase como "tímido, reservado y a su vez interesado en encajar en una sociedad a la cual no pertenecía", causaría una grata impresión entre los asistentes a un show de la banda Wreckage, una agrupación estudiantil que animó una fiesta organizada por el consejo de la escuela de arte. Si bien la banda "no era nada del otro mundo" y algunos asistentes al show la describen como "pobre y sin gracia", lo que más llamó la atención fue una pirueta de su cantante, Farrokh Bulsara, quien en una impresionante prueba de acrobacia dio una voltereta para terminar en el suelo, bocarriba, entonando un solo que pareció más un grito. "Farrokh quería llamar la atención de un público disperso y aburrido y lo logró. Fue el gran momento de ese show", comentó para la revista Mojo de diciembre de 2010, Aubrey Malden, presidente del consejo de estudiantes en 1969.
Era el nacimiento de una estrella. Bulsara, quien en 1971 cambió su nombre por Freddie Mercury, en un lapso de dos años dejó de ser ese inmigrante cohibido para convertirse en el más dramático, excéntrico y extravagante frontman de todos los tiempos. Y, quizá, la voz más grande e importante de la historia del rock, alma y vida de Queen, grupo que está cumpliendo 40 años. Pero la carrera al estrellato no fue fácil y estuvo llena de dificultades, salvo un asunto aleccionador: Mercury siempre supo y tuvo la firme convicción de que sería una estrella. Su destino quedaría sellado en una carta del año 1969, donde le relataba a un compañero de clase, justo antes del show de Wreckage, que esa noche "dejaría a todo el mundo sin aliento". Como sin aliento dejó a millones de espectadores y fanáticos que vivieron el largo y exitoso ascenso de Queen entre 1971 y 1991, la segunda banda más popular del Reino Unido después de The Beatles.
Esta historia se inicia en la isla de Zanzíbar el 5 de septiembre de 1946. Farrokh Bulsara, hijo de inmigrantes hindúes, creció influenciado por la cultura inglesa gracias al trabajo de su padre, Bomi, quien era secretario del gobernador británico de la Isla. La vida como adolescente transcurría entre la normalidad de una escuela bilingüe del suroccidente de la India, a donde fue enviado por sus padres, y la fascinación por Cliff Richard, Elvis Presley y el hindi-pop. Su gusto por el piano y la música mermó su nivel académico y, de regreso a Zanzíbar para completar sus estudios, el destino le daría la vuelta que él estaba esperando. La llegada al poder en 1964 de los rebeldes africanos obligó a la familia Bulsara a emigrar a Inglaterra.
La estrella de Mercury se gestó entre su inmensa pasión por Jimi Hendrix y su admiración por el manejo que tenía del escenario Robert Plant, cantante de Led Zeppelin. Durante sus años como estudiante de diseño gráfico fue testigo excepcional de la consolidación de grandes momentos del rock. A Cream lo vio en 1966 durante uno de los primeros shows de la banda. Ese mismo año conoció a Pink Floyd, The Who y Fleetwood Mac. Pero el músico que más lo marcó fue Jimi Hendrix, a quien vio por primera vez en el programa de televisión Ready Steady Go!. En 1967, durante 14 noches seguidas, siguió al genial guitarrista en diversas presentaciones en Inglaterra, por lo cual fue expulsado de la facultad de diseño de modas de la Ealing Art College. Mercury comentaría en 1974 a la revista NME que "Hendrix era el ejemplo viviente de lo que quería ser".
Si la corona del rock por aquellos años estaba en manos de Robert Plant, Rod Stewart y Mick Jagger, Mercury llegaría tiempo a reclamar el trono. El proceso se gestó por arte de magia y una serie de ecuaciones del destino que permitió que conociera a Brian May, Roger Taylor y John Deacon, los futuros miembros de Queen.
Tras ser expulsado de la facultad de diseño de modas, Mercury logró ingresar a la carrera de Diseño Gráfico, en parte para ganar tiempo mientras su pasión por la música terminaba de consolidarse. Allí conoció a Tim Stafell quien cantaba para el grupo 1984 y en donde Brian May era el guitarrista. Poco a poco su interés por la música lo llevó a pasar tiempo con la banda. Además, no se perdía una sola presentación en la escuela y pudo vivir de primera mano actuaciones de David Bowie y Free. "Era intenso y perseverante. Seguía a los artistas que pasaban por la escuela haciéndoles preguntas, pidiendo autógrafos, hablando con ellos, incluso cargaba sus equipos", recordó Aubrey Malden para la revista Mojo.
El grupo 1984 duró poco y Stafell y May, junto a un estudiante de odontología y gran baterista de nombre Roger Taylor, formarían Smile. La banda, cuyo sonido se asemejaba a Cream, a finales de 1968 haría las veces de telonera para The Troggs y Pink Floyd. Mercury opinaba todo el tiempo cómo debía sonar la batería o algunos arreglos musicales, incluso sugería como debía ser el look de los músicos. Era como si él supiera que poco a poco se adueñaría de ese proyecto para darle forma a su sueño real. Los meses pasaban y su forma de vestir tomaba connotaciones de dandi, el pelo creció, las uñas de las manos se llenaron de color y su actitud también. Ensayaba con Smile e incluso colaboraba en la composición de canciones. Una de ellas, The Cowboy Song, iniciaba con la famosa línea Mama, Just killed a man, tema inconcluso que, seis años más tarde, se llamaría Bohemian Rhapsody. "Todo el tiempo repetía que sería una mega estrella del pop. Durante los ensayos de Smile no paraba de hacerlo. Mientras la banda tocaba, movía sus manos como interpretando la guitarra, ademán que luego adoptaría en Queen y repetiría todo el tiempo", comentó Chris Smith, allegado a Smile, a la revista NME en 1992.
A finales del año 69, la salida de Staffel de Smile marcó el camino para que Farrokh Bulsara ingresara finalmente como cantante del grupo tras algunas presentaciones con otros grupos locales, entre ellos Wreckage e Ibix. A principios de 1970, con una radiante sonrisa se presentaría ante sus compañeros de banda como Freddie Mercury y les propondría un nuevo nombre, con mayor impacto y relevancia: Queen. La propuesta llevaba un logotipo que él había desarrollado y si bien al principio no gustó, finalmente fue aprobada por la implacable insistencia de Mercury. Si bien el primer show de Queen fue a mediados del 70, la alineación oficial del grupo se conformaría en marzo de 1971 con la llegada de John Deacon, pieza clave en la conducción rítmica del grupo, además de ser el genio y creador de riffs memorables de bajo como Under Pressure yAnother One Bites The dust.
Durante 20 años, Freddie Mercury y Queen construyeron un mega emporio de la música, que combinó hard rock, opera ligera, pop-rock e incluso sonidos disco y sintetizados. Álbumes como A Night at The Opera (1975), A Day at the Races (1976), The Game (1980), Hot Space(1982) The Works (1984), A Kind Of Magic (1986) e Innuendo (1991) son ejemplos de una grandeza y visión que rompió con toda barrera musical. Una evolución que se gestó bajo la propia creación de Mercury. A medida que él se transformaba, la banda fue adquiriendo la importancia que él había visualizado años atrás. De un extrovertido cantante de heavy rock en los setenta, medianamente reconocido, pasó a ser un icono de la moda en los años ochenta, implementando un look'gay-atlético' que combinó perfectamente una pizca de Plant, Elvis y Hendrix con un poco de su estilo de vida y de su pasado en la India.
El momento sublime para él y la banda fue durante su presentación de 23 minutos en Live Aid, el 13 de julio de 1985. Ese día Mercury hizo todo lo que soñó aquella Halloween junto a Wreckage, solo que tenía a un millón y medio de espectadores en todo el mundo a sus pies. Un hombre que no tuvo sueños sino visiones. Su importancia, a 40 años de la formación de Queen y a 20 de su muerte, radica en haber creado un modelo universal de ídolo, que encaja perfectamente en el siglo XXI. No solo fue la voz más grande e importante del rock, fue un hombre que dio lecciones de superación al entender que en la vida es posible alcanzarlo todo. Quería ser una estrella y lo fue a lo ancho y largo del mundo, pero en especial en dos países: Inglaterra, el país que lo adoptó; y la India, donde lo apadrinaron honoríficamente y es considerado la primera y más importante figura del pop hindi.
Tomado del tiempo:
Por Jacobo Celnik
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